Habitualmente sigo a varios entrenadores personales y divulgadores
de vida saludable pues me aportan ideas, conocimientos, una nueva manera de ver
algunas cosas,... Uno de ellos es Rober Sánchez , fisioterapeuta, entrenador
personal y coach. Hace unos días publicó un post en su Facebook en el que decía
lo siguiente:
“¿Hebidencia psicocientífica?
La exageración de los beneficios de la
psicología se suma a la de la medicina y la farmacología, al mismo nivel que
las tildadas como pseudociencias como la acupuntura o la homeopatía.
Todo es placebo, básicamente, como suele
recordar A.Goicoechea.
Todo es basura, según Sturgeon.
¿Bienestar? Cada día más claro = comida real +
movimiento + descanso + sol + agua + amigos + contribución social.
Sin batas blancas, sin psicólogos, sin
pastillas, sin gurús, sin magos.
Y gratis.”
Al que añadía un interesante artículo sobre la
exageración de los beneficios de la psicología y la poca fiabilidad de los
estudios publicados de esta disciplina.
Esta reflexión me ha inspirado a escribir este artículo, en el que
hablaré de las que para mi (y para muchos otros como Rober) son las claves para
tener una vida saludable, no solamente física sino también psíquicamente. Quizás
en lo más sencillo está la clave del éxito, y no en largas temporadas de
psicoterapia y en algunos casos, tratamiento con fármacos. No digo que en
ocasiones no sea necesaria la terapia
psicológica, pero quizás si nuestros hábitos fueran saludables no deberíamos
acudir a ella a no ser que fuera por problemas realmente graves. Cuanto más nos
alejamos de esos hábitos más fácil será tener problemas físicos y psíquicos. Paso
a desgranarlos.
COMIDA REAL
¿A que nos referimos cuando hablamos de comida real? Comida real
es la que no ha sido manipulada o lo ha sido mínimamente (como por ejemplo
prensar aceitunas para obtener aceite de oliva)
En las últimas decadas la calidad higiénico sanitaria de la comida
ha aumentado mucho incluso demasiado en algunos casos, cosa que ha hecho que
los alimentos vengan cargados de pesticidas, radiaciones y demás. Por contra, la
calidad organoléptica y nutricional han descendido enormemente a causa de no
cultivar variedades autóctonas, no recogerlas en su punto óptimo de maduración,
sobrexplotación de la tierra, entre muchos otros factores. Si a esto añadimos
la cantidad de productos procesados que encontramos en los supermercados y que
casi es obligatorio comer, podemos asegurar que actualmente es cuando el ser
humano ha tenido mayor acceso a comida pero de peor calidad.
La comida real no suele venir en llamativos paquetitos, con
costosas campañas de márketing para hacernos creer que son saludables, cuando
no lo son. La mayoría de veces, esos productos vienen cargados de azúcares,
exceso de sal, grasas trans, aditivos, y otras sustancias poco deseables. La
comida real la podemos encontrar en los mercados, a granel: verduras, frutas,
frutos secos, carnes (incluyendo la muy nutritiva casquería), pescados, huevos, aceites de oliva
o coco y cereales (mejor sin gluten :) ) y si los toleramos bien, lácteos
(¡enteros, por favor!). Y todo ello cocinado por nosotros mismos. Para comer
bien, hay que saber cocinar, mínimamente (para evitar los precocinados) y
aunque no hace falta ser un chef con estrellas Miguelín, cuanto más sepamos
cocinar, de más variedad podremos gozar.
La comida real es la que está más en concordancia con lo que
esperan nuestros genes, que aunque hayan pasado miles de años, no se
diferencian mucho de los que tenían nuestros antepasados cazadores-recolectores.
Ellos no comían gluten ni otros antinutrientes que tienen muchos cereales, ni
lácteos, aunque a estos últimos sí que hay gente a los que se ha adaptado bien.
Es cuestión de experimentar.
La comida real es la que nos nutre de verdad, no tiene calorías
vacías como la mayoría de los productos que nos quiere vender la industria
alimentaria. Ni vienen con un extra de lactobacilus, ni vitaminas ni minerales.
Es comida tal cual sale de la tierra o del animal. Ni más ni menos. Y si
nuestro bolsillo nos lo permite, ecológica y/o de pasto (en el caso de los
productos animales).
Y cómo he dicho, esa comida no suele venir en paquetitos.
MOVIMIENTO
Nuestro cuerpo espera movimiento, mucho. Es muy difícil, por no
decir imposible tener un cuerpo saludable sin movimiento. Podemos comer muy
bien, pero si no nos movemos es posible que nuestro aparato locomotor acabe por
resentirse. Problemas de movilidad, acortamiento de músculos, anquilosamiento,...
Además, gracias al movimiento generamos hormonas (hormona del
crecimiento, testosterona, serotonina, endorfinas, dopamina,...) que nos ayudan
a superar problemas del día a día (obstáculos físicos y mentales) nos ayudan a
estar de buen humor, a gozar más del sexo, a ganar masa muscular, evitar el
sobrepeso, a gozar más del sexo, no se si lo había dicho ya :) ... En este estudio explican la relación entre ejercicio y hormonas.
Nuestro genes esperan movimiento y
a poder ser, un movimiento variado, con diferentes patrones de
movimiento, y sin máquinitas que nos hagan mover de manera antinatural. Pero
también utilizando los diferentes sustratos (fosfocreatina, glucógeno,...) es
decir, moviéndonos a diferentes intensidades: ejercicio de baja intensidad como
caminar, de media intensidad como correr o nadar, o de alta intensidad como
hacer sprints o trabajar la fuerza. También esperan que trabajemos las
diferentes cualidades de las que es capaz el cuerpo humano: la resistencia, la
fuerza, la potencia,... En este artículo hablo de ello. artículo .
Y moverse no quiere decir unicamente hacer ejercicio durante un
tiempo determinado una vez al día, quiere decir llevar una vida activa
aprovechando por ejemplo los desplazamientos para moverse caminado o en bici,
por ejemplo, o evitar los ascensores, etc
Si además nos movemos en ayunas, mejor que mejor!
SOL
La luz del sol nos ayuda a sintetizar Vitamina D, básica para la
salud de nuestros huesos y dientes y nos protege frente a diversas enfermedades
(diversos tipos de cáncer, diabetes, enfermedades neurológicas,…) como se
explica en este exhaustivo artículo de
Muscleblog sobre esta vitamina. Además, según este otro artículo nos ayuda a tener una vida más larga, más sana, más feliz, nos
protege de la obesidad, ataques de
corazón (gracias al óxido nítrico) , asma, entre otra muchas enfermedades, nos
sube el ánimo (gracias a la serotonina) , la libido... no en vano mucha gente
en verano está de mejor humor y tiene más ganas de sexo :)
Además el sol es básico para que nuestro ritmo circadiano funcione
correctamente pues (sobretodo en las primeras horas de la mañana) nos ayuda a
generar melatonina, que por la noche nos ayudará a descansar mejor.
En definitiva, la poca exposición al sol nos puede generar varios
problemas de salud física y mental. Os
dejo un reciente e interesante artículo de Marcos Vazquez de Fitness
Revolucionario sobre el sol.
AGUA
Sin agua no hay vida. Nuestro
cuerpo está compuesto de aproximadamente un 65% de agua, es evidente pues que
sin agua no podemos vivir. Aun así, mucha gente se empeña en hidratarse con
refrescos, bebidas azucaradas, o incluso, alcohol. Es decir, calorias vacias, y
en el caso del alcohol, además, un tóxico para nuestro organismo y un
deshidratador. Vamos, que pese a que todo lo líquido contiene agua, no son
siempre las mejores maneras de hidratarse.
De todas formas, eso no quiere
decir que debamos ir todo el día con la botellita de agua a cuestas ni estar
bebiendo sorbos cada dos por tres sin tener en cuenta si tenemos sed o no.
Deberíamos fiarnos más de nuestras sensaciones. Además, si comemos sano, ya
tenemos una buena parte del agua que necesita nuestro cuerpo en forma de
verdura y fruta entre otros alimentos.
Con el agua también podemos obtener
salud aplicandola de forma externa, duchas de agua caliente si tenemos alguna
contractura muscular, o agua fría para activar el metabolismo, la circulación, fortalecer el sistema
inmune,...
El agua de mar también puede ser un
gran aliado de nuestra salud ayudándonos a obtener minerales ingiriendola
rebajada con agua dulce, o haciendo irrigaciones nasales para ayudarnos a
respirar mejor.
Estos dos
puntos, sol y agua, tienen mucho que ver con estar más en contacto con la
naturaleza, con la que el ser humano ha tenido una relación muy estrecha
durante miles de años y de la que se ha alejado en los últimos siglos. Darse un
baño en el mar o en un lago y tomar el sol nos proporcionan salud mental y
física a raudales.
DESCANSO
Nadie duda que el descanso es
básico, pero pese a esto, mucha gente no duerme las horas suficientes y eso
merma nuestras capacidades físicas y mentales, mucho más de lo que sospechamos.
Después de una noche en la que no
hemos descansado bien nos solemos encontrar más débiles, nos cuesta más
movernos, estamos más irritables, nos cuesta más concentrarnos. Si el día
anterior hemos entrenado, notamos que nos recuperamos peor.
Recordemos que cuando dormirmos es
cuando asimilamos el entrenamiento pues es cuando generamos hormonas como la
hormona del crecimiento y también testosterona. Duermiendo bien también
asimilamos mejor lo que hayamos aprendido durante el dia.
Uno de los principales factores a
la hora de dormir mal tiene que ver con el apartado anterior, el sol. Hoy en
día la mayoría de la gente se pasa las horas en que más luce el sol encerrado
en una oficina o fábrica iluminada con luz artificial. Una vez llegan a casa,
pasa las últimas horas del día viendo la tele, o entreteniéndose con el
ordenador, la tablet o el móvil. O sea, durante el día, cuando nuestro cuerpo
espera más luz y de mayor calidad, o sea, la luz del sol, se la privamos. Y por
la noche, cuando espera menos luz, le sometemos a la luz de las pantallas. Normal
que acabe loco y se haya desconectado de su ritmo circadiano. Ya no sabe cuando
tiene que producir melatonina (hormona que nos ayuda a descansar) ni cortisol,
hormona que nos ayuda a levantarnos. Así, por las noches cuesta conciliar el
sueño y por la mañanas, levantarnos. Para evitar esto deberíamos intentar
exponernos más a la luz natural del sol
durante el día y evitar la luz artificial por la noche.
Para conseguir descansar bien, las últimas
horas del día también se deben evitar actividades estresantes, como revisar el
correo electrónico del trabajo, evitar el café, el té y otros excitantes a
partir de las primeras horas de la tarde, evitar discusiones, el ejercicio
físico intenso cerca de la hora de ir a dormir... y por contra dedicarnos a
actividades relajantes como leer (algo tranquilo), charlar tranquilamente, o
tener sexo, que suele relajar bastante :)
En este estudio explican que dormir poco y mal aumenta el riesgo de padecer obesidad.
En este otro explican que los trastornos del sueño reducen
los niveles de testosterona
AMIGOS Y CONTRIBUCIÓN SOCIAL
Estos dos aspectos los he puesto
juntos porque considero que estan muy relacionados. El ser humano es un ser tribal.
Nuestros ancestros necesitaban el cobijo de la tribu para ayudarse los unos a los
otros a conseguir comida, evitar ser atacados por depredadores o tribus
enemigas, para cuidar de los más débiles,... Y este aspecto, tan olvidado hoy
en día, sigue siendo clave para nuestra supervivencia.
Con amigos, los problemas son más
llevaderos, e incluso, pueden solucionarse más facilmente que enfrentandose a
ellos uno solo. Tener amigos nos enriquece como personas pues nos pueden dar
una visión de las cosas diferente a la nuestra, nos pueden ayudar a encontrar
un enfoque con el que podamos solucionar diferentes situaciones. A veces no es así, pero el solo
hecho de compartirlo con alguien de confianza, nos hace sentir mejor. Y con
amigos la diversión también es más grande. Con amigos se pueden compartir
penas, alegrías, confidencias, miedos,...
De todas formas, a veces los amigos
también pueden hacer que no consigamos nuestros objetivos pues nos podemos
dejar llevar por ellos:
- Esta noche no sales porque mañana quieres madrugar para entrenar?
- Va hombre, que un pedacito (o dos, o tres, o cuatro...) de tarta no te va a hacer ningún daño!
Así que sí, los amigos son fuente
de salud pero debemos intentar tener una mente fuerte para no caer siempre en
infinidad de tentaciones. Cuidado, de vez en cuando no pasa nada, pero debemos
intentar no hacer de la excepción la norma, como suele pasar! ;)
De todas formas puede que tengamos
la suerte que nuestros amigos compartan los mismos hábitos que nosotros, con lo
cual nos será mucho más fácil seguir con ellos, o quizás, sino comparten esos
hábitos, acaben adoptando nuestros hábitos si nos ven que con ellos estamos más
sanos.
La contribución social es básica
cuando se pertenece a una tribu. Saber que con nuestra actividad contribuimos
al buen funcionamiento de la sociedad, nos hace sentir bien. En toda tribu
existen necesidades que cubrir e intentar paliarlas en la medida de lo posible
nos hace sentir útiles. A veces, podemos contribuir sin recibir nada a cambio,
como por ejemplo ayudar en alguna ONG o asociación vecinal, cuando se hace de
manera altruista puede que incluso nos sintamos mejor que si lo hacemos a
cambio de algo. La mayoría de veces recibe más el que ayuda que el que es
ayudado.
Os pongo un interesante artículo de
Néstor Sánchez de Mammoth Hunters sobre los beneficios vivir en tribu y el
trabajo en grupo.
Así que ya veis, así de fácil es
estar sano física y mentalmente, tan solo hace falta darle a nuestro cuerpo lo
que espera y es lo que se le ha estado dando durante miles de años hasta que
todo se truncó, primero con el Neolítico y después con la Revolución
Industrial. Aunque con los horarios actuales, lo poco alejados que en general
vivimos de la naturaleza, los compromisos, las tentaciones que nos pone la
sociedad de consumo, la pereza, etc, puede que cueste mucho seguir hábitos
saludables y de ahí que estemos como estamos: obesidad, diabetes, hipertensión,
problemas emocionales, mentales,...
Pero quien quiere puede! O no...
Nos vemos en el próximo artículo!
Hola!
ResponderEliminarYo desde que descubrí la dieta paleolitica me siento muchísimo mejor. Mi salud ha experimentado un cambio extraordinario así que no puedo dejar de recomendar este estilo de vida.
Un saludo!