lunes, 11 de julio de 2016

Claves para una vida saludable (física y psíquicamente)


Habitualmente sigo a varios entrenadores personales y divulgadores de vida saludable pues me aportan ideas, conocimientos, una nueva manera de ver algunas cosas,... Uno de ellos es Rober Sánchez , fisioterapeuta, entrenador personal y coach. Hace unos días publicó un post en su Facebook en el que decía lo siguiente:

¿Hebidencia psicocientífica?

La exageración de los beneficios de la psicología se suma a la de la medicina y la farmacología, al mismo nivel que las tildadas como pseudociencias como la acupuntura o la homeopatía.
Todo es placebo, básicamente, como suele recordar A.Goicoechea.
Todo es basura, según Sturgeon.
¿Bienestar? Cada día más claro = comida real + movimiento + descanso + sol + agua + amigos + contribución social.
Sin batas blancas, sin psicólogos, sin pastillas, sin gurús, sin magos.
Y gratis.”


Al que añadía un interesante artículo sobre la exageración de los beneficios de la psicología y la poca fiabilidad de los estudios publicados de esta disciplina.

Esta reflexión me ha inspirado a escribir este artículo, en el que hablaré de las que para mi (y para muchos otros como Rober) son las claves para tener una vida saludable, no solamente física sino también psíquicamente. Quizás en lo más sencillo está la clave del éxito, y no en largas temporadas de psicoterapia y en algunos casos, tratamiento con fármacos. No digo que en ocasiones  no sea necesaria la terapia psicológica, pero quizás si nuestros hábitos fueran saludables no deberíamos acudir a ella a no ser que fuera por problemas realmente graves. Cuanto más nos alejamos de esos hábitos más fácil será tener problemas físicos y psíquicos. Paso a desgranarlos.

COMIDA REAL



¿A que nos referimos cuando hablamos de comida real? Comida real es la que no ha sido manipulada o lo ha sido mínimamente (como por ejemplo prensar aceitunas para obtener aceite de oliva)
En las últimas decadas la calidad higiénico sanitaria de la comida ha aumentado mucho incluso demasiado en algunos casos, cosa que ha hecho que los alimentos vengan cargados de pesticidas, radiaciones y demás. Por contra, la calidad organoléptica y nutricional han descendido enormemente a causa de no cultivar variedades autóctonas, no recogerlas en su punto óptimo de maduración, sobrexplotación de la tierra, entre muchos otros factores. Si a esto añadimos la cantidad de productos procesados que encontramos en los supermercados y que casi es obligatorio comer, podemos asegurar que actualmente es cuando el ser humano ha tenido mayor acceso a comida pero de peor calidad.

La comida real no suele venir en llamativos paquetitos, con costosas campañas de márketing para hacernos creer que son saludables, cuando no lo son. La mayoría de veces, esos productos vienen cargados de azúcares, exceso de sal, grasas trans, aditivos, y otras sustancias poco deseables. La comida real la podemos encontrar en los mercados, a granel: verduras, frutas, frutos secos, carnes (incluyendo la muy nutritiva  casquería), pescados, huevos, aceites de oliva o coco y cereales (mejor sin gluten :) ) y si los toleramos bien, lácteos (¡enteros, por favor!). Y todo ello cocinado por nosotros mismos. Para comer bien, hay que saber cocinar, mínimamente (para evitar los precocinados) y aunque no hace falta ser un chef con estrellas Miguelín, cuanto más sepamos cocinar, de más variedad podremos gozar.

La comida real es la que está más en concordancia con lo que esperan nuestros genes, que aunque hayan pasado miles de años, no se diferencian mucho de los que tenían nuestros antepasados cazadores-recolectores. Ellos no comían gluten ni otros antinutrientes que tienen muchos cereales, ni lácteos, aunque a estos últimos sí que hay gente a los que se ha adaptado bien. Es cuestión de experimentar. 

La comida real es la que nos nutre de verdad, no tiene calorías vacías como la mayoría de los productos que nos quiere vender la industria alimentaria. Ni vienen con un extra de lactobacilus, ni vitaminas ni minerales. Es comida tal cual sale de la tierra o del animal. Ni más ni menos. Y si nuestro bolsillo nos lo permite, ecológica y/o de pasto (en el caso de los productos animales).

Y cómo he dicho, esa comida no suele venir en paquetitos.

MOVIMIENTO

Nuestro cuerpo espera movimiento, mucho. Es muy difícil, por no decir imposible tener un cuerpo saludable sin movimiento. Podemos comer muy bien, pero si no nos movemos es posible que nuestro aparato locomotor acabe por resentirse. Problemas de movilidad, acortamiento de músculos, anquilosamiento,...
Además, gracias al movimiento generamos hormonas (hormona del crecimiento, testosterona, serotonina, endorfinas, dopamina,...) que nos ayudan a superar problemas del día a día (obstáculos físicos y mentales) nos ayudan a estar de buen humor, a gozar más del sexo, a ganar masa muscular, evitar el sobrepeso, a gozar más del sexo, no se si lo había dicho ya :) ... En este estudio explican la relación entre ejercicio y hormonas.

Nuestro genes esperan movimiento y  a poder ser, un movimiento variado, con diferentes patrones de movimiento, y sin máquinitas que nos hagan mover de manera antinatural. Pero también utilizando los diferentes sustratos (fosfocreatina, glucógeno,...) es decir, moviéndonos a diferentes intensidades: ejercicio de baja intensidad como caminar, de media intensidad como correr o nadar, o de alta intensidad como hacer sprints o trabajar la fuerza. También esperan que trabajemos las diferentes cualidades de las que es capaz el cuerpo humano: la resistencia, la fuerza, la potencia,... En este artículo hablo de ello. artículo .
Y moverse no quiere decir unicamente hacer ejercicio durante un tiempo determinado una vez al día, quiere decir llevar una vida activa aprovechando por ejemplo los desplazamientos para moverse caminado o en bici, por ejemplo, o evitar los ascensores, etc

Si además nos movemos en ayunas, mejor que mejor!

SOL



La luz del sol nos ayuda a sintetizar Vitamina D, básica para la salud de nuestros huesos y dientes y nos protege frente a diversas enfermedades (diversos tipos de cáncer, diabetes, enfermedades neurológicas,…) como se explica en este exhaustivo  artículo de Muscleblog sobre esta vitamina. Además, según este otro artículo nos ayuda a tener una vida más larga, más sana, más feliz, nos protege de la obesidad, ataques  de corazón (gracias al óxido nítrico) , asma, entre otra muchas enfermedades, nos sube el ánimo (gracias a la serotonina) , la libido... no en vano mucha gente en verano está de mejor humor y tiene más ganas de sexo :)

Además el sol es básico para que nuestro ritmo circadiano funcione correctamente pues (sobretodo en las primeras horas de la mañana) nos ayuda a generar melatonina, que por la noche nos ayudará a descansar mejor.

En definitiva, la poca exposición al sol nos puede generar varios problemas de salud física y mental.  Os dejo un reciente e interesante artículo de Marcos Vazquez de Fitness Revolucionario sobre el sol.

AGUA



Sin agua no hay vida. Nuestro cuerpo está compuesto de aproximadamente un 65% de agua, es evidente pues que sin agua no podemos vivir. Aun así, mucha gente se empeña en hidratarse con refrescos, bebidas azucaradas, o incluso, alcohol. Es decir, calorias vacias, y en el caso del alcohol, además, un tóxico para nuestro organismo y un deshidratador. Vamos, que pese a que todo lo líquido contiene agua, no son siempre las mejores maneras de hidratarse.

De todas formas, eso no quiere decir que debamos ir todo el día con la botellita de agua a cuestas ni estar bebiendo sorbos cada dos por tres sin tener en cuenta si tenemos sed o no. Deberíamos fiarnos más de nuestras sensaciones. Además, si comemos sano, ya tenemos una buena parte del agua que necesita nuestro cuerpo en forma de verdura y fruta entre otros alimentos. 

Con el agua también podemos obtener salud aplicandola de forma externa, duchas de agua caliente si tenemos alguna contractura muscular, o agua fría para activar el metabolismo,  la circulación, fortalecer el sistema inmune,...

El agua de mar también puede ser un gran aliado de nuestra salud ayudándonos a obtener minerales ingiriendola rebajada con agua dulce, o haciendo irrigaciones nasales para ayudarnos a respirar mejor.

Estos dos puntos, sol y agua, tienen mucho que ver con estar más en contacto con la naturaleza, con la que el ser humano ha tenido una relación muy estrecha durante miles de años y de la que se ha alejado en los últimos siglos. Darse un baño en el mar o en un lago y tomar el sol nos proporcionan salud mental y física a raudales.

DESCANSO 

Nadie duda que el descanso es básico, pero pese a esto, mucha gente no duerme las horas suficientes y eso merma nuestras capacidades físicas y mentales, mucho más de lo que sospechamos.

Después de una noche en la que no hemos descansado bien nos solemos encontrar más débiles, nos cuesta más movernos, estamos más irritables, nos cuesta más concentrarnos. Si el día anterior hemos entrenado, notamos que nos recuperamos peor.

Recordemos que cuando dormirmos es cuando asimilamos el entrenamiento pues es cuando generamos hormonas como la hormona del crecimiento y también testosterona. Duermiendo bien también asimilamos mejor lo que hayamos aprendido durante el dia.

Uno de los principales factores a la hora de dormir mal tiene que ver con el apartado anterior, el sol. Hoy en día la mayoría de la gente se pasa las horas en que más luce el sol encerrado en una oficina o fábrica iluminada con luz artificial. Una vez llegan a casa, pasa las últimas horas del día viendo la tele, o entreteniéndose con el ordenador, la tablet o el móvil. O sea, durante el día, cuando nuestro cuerpo espera más luz y de mayor calidad, o sea, la luz del sol, se la privamos. Y por la noche, cuando espera menos luz, le sometemos a la luz de las pantallas. Normal que acabe loco y se haya desconectado de su ritmo circadiano. Ya no sabe cuando tiene que producir melatonina (hormona que nos ayuda a descansar) ni cortisol, hormona que nos ayuda a levantarnos. Así, por las noches cuesta conciliar el sueño y por la mañanas, levantarnos. Para evitar esto deberíamos intentar exponernos más a  la luz natural del sol durante el día y evitar la luz artificial por la noche.

Para conseguir descansar bien, las últimas horas del día también se deben evitar actividades estresantes, como revisar el correo electrónico del trabajo, evitar el café, el té y otros excitantes a partir de las primeras horas de la tarde, evitar discusiones, el ejercicio físico intenso cerca de la hora de ir a dormir... y por contra dedicarnos a actividades relajantes como leer (algo tranquilo), charlar tranquilamente, o tener sexo, que suele relajar bastante :)

En este estudio explican que dormir poco y mal aumenta el riesgo de padecer obesidad.

En este otro explican que los trastornos del sueño reducen los niveles de testosterona 

AMIGOS  Y CONTRIBUCIÓN SOCIAL

Estos dos aspectos los he puesto juntos porque considero que estan muy relacionados. El ser humano es un ser tribal. Nuestros ancestros necesitaban el cobijo de la tribu para ayudarse los unos a los otros a conseguir comida, evitar ser atacados por depredadores o tribus enemigas, para cuidar de los más débiles,... Y este aspecto, tan olvidado hoy en día, sigue siendo clave para nuestra supervivencia.

Con amigos, los problemas son más llevaderos, e incluso, pueden solucionarse más facilmente que enfrentandose a ellos uno solo. Tener amigos nos enriquece como personas pues nos pueden dar una visión de las cosas diferente a la nuestra, nos pueden ayudar a encontrar un enfoque con el que podamos solucionar diferentes  situaciones. A veces no es así, pero el solo hecho de compartirlo con alguien de confianza, nos hace sentir mejor. Y con amigos la diversión también es más grande. Con amigos se pueden compartir penas, alegrías, confidencias, miedos,...

De todas formas, a veces los amigos también pueden hacer que no consigamos nuestros objetivos pues nos podemos dejar llevar por ellos:

  • Esta noche no sales porque mañana quieres madrugar para entrenar?
  • Va hombre, que un pedacito (o dos, o tres, o cuatro...) de tarta no te va a hacer ningún daño!

Así que sí, los amigos son fuente de salud pero debemos intentar tener una mente fuerte para no caer siempre en infinidad de tentaciones. Cuidado, de vez en cuando no pasa nada, pero debemos intentar no hacer de la excepción la norma, como suele pasar! ;)

De todas formas puede que tengamos la suerte que nuestros amigos compartan los mismos hábitos que nosotros, con lo cual nos será mucho más fácil seguir con ellos, o quizás, sino comparten esos hábitos, acaben adoptando nuestros hábitos si nos ven que con ellos estamos más sanos.

La contribución social es básica cuando se pertenece a una tribu. Saber que con nuestra actividad contribuimos al buen funcionamiento de la sociedad, nos hace sentir bien. En toda tribu existen necesidades que cubrir e intentar paliarlas en la medida de lo posible nos hace sentir útiles. A veces, podemos contribuir sin recibir nada a cambio, como por ejemplo ayudar en alguna ONG o asociación vecinal, cuando se hace de manera altruista puede que incluso nos sintamos mejor que si lo hacemos a cambio de algo. La mayoría de veces recibe más el que ayuda que el que es ayudado.

Os pongo un interesante artículo de Néstor Sánchez de Mammoth Hunters sobre los beneficios vivir en tribu y el trabajo en  grupo.

Así que ya veis, así de fácil es estar sano física y mentalmente, tan solo hace falta darle a nuestro cuerpo lo que espera y es lo que se le ha estado dando durante miles de años hasta que todo se truncó, primero con el Neolítico y después con la Revolución Industrial. Aunque con los horarios actuales, lo poco alejados que en general vivimos de la naturaleza, los compromisos, las tentaciones que nos pone la sociedad de consumo, la pereza, etc, puede que cueste mucho seguir hábitos saludables y de ahí que estemos como estamos: obesidad, diabetes, hipertensión, problemas emocionales, mentales,...

Pero quien quiere puede! O no...


Nos vemos en el próximo artículo!

domingo, 17 de abril de 2016

Quiero estar en forma, pero ¿cómo?


 En general, cuando alguien quiere estar en forma, en lo primero que piensa es en hacer algún ejercicio cardiovascular extensivo, es decir, corre/nadar/pedalear a un ritmo medio durante mogollón de rato. Sobretodo, nos dicen los médicos y algunos “expertos”, hacerlo a un ritmo medio nos ayudará mucho a perder los michelines pues es la zona “quemagrasas”. Y muchas veces (la mayoría) el que acaba quemado es el que lo practica pues las grasas se quedan en su sitio. Y es que estar en forma es mucho más que tener resistencia aeróbica. Además, no es la mejor manera de perder las lorcillas. Son actividades que requieren mucho tiempo para obtener una escasa recompensa. El problema es que siempre se mira el gasto energético de una actividad sin tener en cuenta otros factores, como el impacto que éstas tienen en nuestro metabolismo. Como expliqué en este artículo sobre el HIIT, hay formas de perder grasa mucho más efectivas y que requieren menos tiempo de entrenamiento.  Esto no quiere decir que no podamos hacer cardio extensivo, si nos gusta, pero deberíamos complementarlo con otras actividades para trabajar diversas cualidades físicas.

Cualidades físicas

Entonces, ¿qué quiere decir estar en forma? ¿Únicamente correr, nadar o pedalear durante horas?, definitivamente no. Pero tampoco levantar pesas única y exclusivamente, ni dedicarse solamente a hacer yoga, o solamente hacer sprints. ¿Porqué? Aunque éstas actividades están mucho mejor que estar sentados en un sofá, ninguna de ellas trabaja una variedad de cualidades o habilidades físicas. Hacen que nos especialicemos en tan solo una o en el mejor de los casos, dos de ellas. Y, ¿cuáles son éstas cualidades físicas?

Resistencia: És la capacidad que nos permite mantener un esfuerzo durante el mayor tiempo posible. Aquí entran en juego los sistemas cardiovascular y respiratorio para llevar a cabo el intercambio de oxigeno y dióxido de carbono. Lógicamente, si este esfuerzo tiene que mantenerse durante mucho rato, la intensidad a la que podremos hacerlo será baja/media. Este tipo de habilidad se puede trabajar con ejercicios cardiovasculares extensivos como correr, nada, pedalear, andar,... durante un buen rato. Por desgracia es la cualidad física a la que se da más importancia sin tener en cuenta las demás, tanto o más importantes que esta.




Fuerza: Cualidad del músculo de ejercer fuerza y vencer una resistencia. Podríamos decir que es la base para el resto de cualidades físicas. Es una de las más importantes para poder valernos por nosotros mismos cuando nos hacemos mayores. Cuánto más fuertes son nuestros músculos, más protegidos estarán nuestros huesos y articulaciones. También está demostrado que ganando fuerza mejoramos nuestra autoestima. La mala noticia es que es una cualidad que sino se trabaja, se pierde con facilidad. La buena noticia es que trabajándola con constancia  se puede mejorar con relativa facilidad y a cualquier edad. Además, en nuestro día a día puede sernos de gran ayuda a la hora por ejemplo de cargar una maleta, hacer una mudanza, jugar con nuestros hijos,... Se trabaja con grandes cargas (cada uno la que le corresponde) muy cercanas a nuestro 1 RM o peso máximo que podemos cargar en una repetición. Lógicamente, si no estamos muy entrenados este 1 RM será bajo. De todas formas, esta cualidad puede trabajarse con el propio cuerpo (flexiones, dominadas, sentadillas,...)  sin necesidad de cargas externas, sobretodo si somos principiantes.



Y no, ¡trabajar la fuerza no es solamente una cosa de hombres!

Potencia: Capacidad de ejercer la fuerza en el menor tiempo posible, es la relación entre fuerza y velocidad. Se trabaja con ejercicios de potencia de halterofília como arrancada, cargada, o saltos en cajón pliométrico, flexiones con palmada,... Este tipo de ejercicio nos ayudaran a mejorar la siguiente cualidad física, la velocidad.



Velocidad: Capacidad de llevar a cabo un movimiento lo más rápido posible. El ejemplo de velocidad por excelencia serian los 100 m lisos aunque existen pruebas de velocidad en natación y otras disciplinas deportivas. Una buena manera de trabajar la velocidad en carrera serían los sprints o HIIT.




Flexibilidad: Capacidad de obtener el mayor rango de movimiento en nuestras articulaciones (ROM). Se trabaja mediante estiramientos estáticos o dinámicos. Ayudan a evitar el acortamiento de los músculos (típico en psoas ilíaco, pectoral o isquiotibiales, por poner algunos ejemplos) a causa de estar muchas horas sentados, posturas incorrectas,... cosa que puede desembocar en dolores, lesiones,...



Estas son las básicas pero podríamos añadir la coordinación, la agilidad, el equilibrio,... Y ¿qué deporte podemos practicar para poder ejercitar todas estas cualidades físicas? La respuesta rápida es ninguno. La respuesta ampliada podría ser varios. En atletismo existen algunas disciplinas que son bastante completas como son el decatlón (prueba que combina disciplinas de potencia como los lanzamientos o los saltos, de velocidad como los 100 metros lisos o de resistencia como los 1500 m) o las pruebas de velocidad como los 100 o 200 metros lisos. Para todas ellas en el entrenamiento se incluye la fuerza, la potencia, la resistencia, la velocidad en diferentes momentos de la temporada. Actualmente también contamos con una disciplina que bien practicada podría incluir varias cualidades físicas, el Crossfit. Sino practicamos ninguno de estos deportes y somos más de centrarnos en uno, como por ejemplo la carrera a pie (con la que trabajamos la resistencia aeróbica) podríamos combinarla con trabajo de fuerza, algunos sprints y estiramientos. O al revés, podríamos trabajar la fuerza como entrenamiento principal añadiendo algunos sprints, algún dia de ejercicio cardiovascular extendido y estiramientos.

El secreto, bajo mi punto de vista, es no especializarse en ninguna cualidad física y practicarlas todas. Eso sería realmente estar en forma. La especialización siempre hará que seamos muy buenos en una cualidad pero malos o pésimos en otras. Por ejemplo, un especialista en maratón será una máquina de devorar kilómetros, pero probablemente tendrá muy poca fuerza, potencia y velocidad.    

Mi pirámide del ejercicio seria esta:





Si nos fijamos en lo que hacían nuestros antepasados cazadores recolectores (nuestra genética es muy similar a la suya) la mayor parte del movimiento que hacían era de baja intensidad: caminar para desplazarse, agacharse a recoger frutos o tubérculos,... De vez en cuando debían levantar pesos como troncos, piedras o luchar con algún animal o congénere, trepar,... (trabajaban la fuerza) También de vez en cuando debían hacer algún sprint para cazar algún animal o evitar ser comidos. Lo que propongo es algo parecido.

En la base (es decir, lo que más debemos practicar) he puesto el ejercicio de baja intensidad pues debe ser algo que hagamos a diario. Está muy bien entrenar una hora diaria pero si después nos pasamos el día sentados sin apenas movernos, el ratio movimiento/sedentarismo no estará muy a nuestro favor. Nuestro cuerpo necesita mucho movimiento a lo largo del día. El movimiento de baja intensidad puede incluir caminar (para desplazarnos en nuestro día a día) hacer las tareas del hogar, etc…

El entrenamiento de fuerza lo podemos practicar tres o cuatro veces por semana, esto incluiría ejercicios con nuestro propio cuerpo como flexiones, dominadas, sentadillas,…  y si podemos, ejercicio con cargas externas (pesos libres) como por ejemplo mancuernas, barras o kettlebells. ¿Porqué pesos libres? Los pesos libres, a diferencia de las máquinas ponen en marcha numerosos músculos además de los que se trabajan directamente con un ejercicio concreto. Además, el patrón de movimiento que nos obligan a hacer las máquinas no suele ser funcional ni natural.
Junto con el entrenamiento de fuerza, podemos incluir algún ejercicio con el que trabajemos la potencia, como por ejemplo flexiones con palmada, multisaltos,...

Por último tenemos la alta intensidad, como serian los sprints, que podríamos trabajarla una o dos veces por semana (dedicando el día únicamente a este entrenamiento, aparte, claro está, de la baja intensidad).
No hace falta incluir las diferentes cualidades físicas en el mismo entrenamiento, de hecho, es mucho mejor trabajar un par de ellas o a lo sumo tres en la misma sesión.

Pero, ¡un momento! ¿!Donde está el cardio extensivo que tanto nos recomiendan?! No está J No es un tipo de ejercicio que recomiende para estar en forma o al menos, para darle la exclusiva. Es mejor que no hacer nada, y de hecho, alguien en forma debería poder correr durante media hora o 45 minutos a ritmo medio sin ahogarse, pero como he comentado al principio, hay muchas otras cualidades físicas que trabajar. Si tu deporte favorito es correr/nadar/pedalear disfrútalo, pero intenta complementarlo con otras actividades como las que explico.

Y ¿qué gano complicándome tanto la vida? Serás más eficiente quemando grasa, serás un deportista más completo y más fuerte. A diferencia de la práctica del cardio tradicional, si trabajamos varias cualidades físicas haremos que nuestro cuerpo sea más eficiente moviéndose y también a la hora de utilizar diferentes sustratos energéticos: fosfatos (utilizado en actividades de alta intensidad y corta duración, por ejemplo sprints), glucógeno (utilizado en actividades de media intensidad, por ejemplo carrera a pie) y grasa (utilizada en actividades de baja intensidad, por ejemplo caminar) Siempre se utilizan todos, aunque dependiendo de la actividad predomina el uso de uno u otro. Esta diversidad energética hará que nuestra salud y nuestra composición corporal mejoren sustancialmente.

La conclusión es que cuanta más variedad incluyamos en nuestro entrenamiento, más cualidades físicas trabajaremos y más capaz haremos a nuestro organismo a la hora de llegar a nuestras reservas de grasa. Como he dicho antes, no recomiendo el cardio tradicional como única actividad. No tengo nada en contra de él, a mi también me gusta ir a trotar de vez en cuando o coger la bici para ir al monte, pero no és la única cosa que hago. Evidentemente no soy demasiado bueno con la bici ni corriendo, pues no me he especializado en esta actividad concreta, tampoco soy el más fuerte del gym, ni el más flexible, pero puedo hacer un poco de todo con un mínimo de dignidad J. ¡Nos vemos en el próximo artículo!



domingo, 7 de febrero de 2016

HIIT o sesión de cardio larga (correr-bici-nadar...)?

El HIIT (High Intensity Interval Training) lo que en castellano podríamos traducir como Entrenamiento a Intervalos de Alta Intensidad, consiste en hacer sprints cortos e intensos, corriendo (o nadando, o en bici,...) como un perro detrás de una pelota, o como si nos persiguiese un político en época de campaña, ávido de besar todo lo que se mueva. O sea, a tope! Y entre estos sprints intercalar recuperaciones más o menos largas en función de si queremos hacer una sesión más o menos intensa, si lo que queremos es mejorar en una distancia concreta,...



Hablando de perros, me ha dado por pensar  que éstos, igual que  la mayoría de animales no acostumbran a correr porque sí, necesitan un estímulo (una pelota, encontrarse en peligro, cazar,...) Los caballos en libertad, por ejemplo, solo corren cuando se encuentran en peligro o juegan entre ellos y suelen hacerlo a intervalos cortos, no suelen desplazarse trotando durante mucho rato (el equivalente a nuestro correr-trote cochinero o en los últimos años “running”). Una vez ha pasado el peligro o acabado el juego, paran y continuan comiendo o descansando.

Lo mismo pasa con el ser humano, desde el punto de vista evolutivo  correr largas distancias no parece que sea lo que mejor le va a nuestro cuerpo. Por lo que sabemos de nuestros antepasados, los primeros humanos no corrían grandes distancias. Su actividad física se basaba en largas caminatas en busca de comida y algunos sprints para dar caza a alguna presa, o precisamente, evitar ser presa de otro animal.  Y nosotros parece que ahora queremos ir en contra de eso y nos emperramos en ponernos a correr kilómetros y kilómetros sin pararnos a pensar si eso le conviene a nuestro cuerpo o si realmente es útil para estar en forma, tanto esfuerzo y durante tanto tiempo.

Ventajas frente a otras actividades cardiovasculares

- Necesitamos muy poco tiempo para completar una sesión de entrenamiento.

- Mejora la salud metabólica de los que lo practican, particularmente los que tienen riesgo de padecer diabetes tipo II  o ya la padecen.estudio

-  Este tipo de entrenamiento, a diferéncia del cardio tradicional a medio gas, provoca el llamado efecto EPOC (Excess Post-Exercise Oxygen Consumption) o lo que es lo mismo, exceso de consumo de oxigeno post-ejercicio. Esto hace que durante muchas horas después de haber finalizado la actividad, continuemos quemando calorías.

- A diferencia del cardio tradicional, aumenta la producción de testosterona y hormona del crecimiento con lo que aumentaremos nuestra masa muscular y quemaremos más calorias incluso en reposo. estudio estudio

- Los entrenamientos con poco volumen y alta intesidad, como son los sprints, inducen a la biogénesis mitocondrial en el muscúlo esquelético, lo cual le hace mejorar su capacidad para oxidar combustibles como la glucosa o la grasa, así como mejoran la sensibilidad a la insulina. estudio estudio

- Otras hormonas que se generan con el HIIT son las catecolaminas adrenalina y noradrenalina que ayudan a movilizar los depósitos grasos.

- A diferencia del cardio tradicional, no provoca que nuestro cuerpo segregue un exceso de cortisol (la llamada hormona del estrés) cosa que podría hacernos acumular grasa, que es justo lo contrario de lo que pretendemos.

- Tiene menos impacto sobre las articulaciones pues los entrenamientos son mucho más cortos. 

- Hacer sprints mejora la capacidad aeróbica. estudio

- Si te gusta correr largas distancias, hacer sprints puede ser un buen complemento de tus tiradas largas y te puede ayudar en competición.

- Al ser una actividad de corta duración, no provoca la excesiva producción de radicales libres como sí hace el cardio tradicional.

En este artículo artículo hablan de las bondades del HIIT e incluyen dos estudios.

El cardio extensivo es una buena forma de gastar calorías y mejorar nuestra capacidad aeróbica, entre otras cosas. Pero no puede ser la base y/o único tipo de ejercicio que hagamos. Los médicos y otros expertos en deporte nos dicen que es muy bueno porque trabajamos, según ellos, el músculo más importante del cuerpo, el corazón. Pero no es del todo cierto. Cuando corremos-nadamos-pedaleamos durante mucho tiempo solemos hacerlo en el mismo rango de pulsaciones y el corazón, igual que el resto de músculos, agradece la variedad cosa que le podemos proporcionar practicando HIIT. Correr durante, por ejemplo, 60 minutos a un ritmo medio es como hacer centenares de repeticiones de press de banca con un palo que pese 1 kilo, nos cansaremos pero si únicamente hacemos este tipo de ejercicio no obtendremos ninguna mejora física (a no ser que estemos empezando y/o recuperándonos de una lesión) y el impacto hormonal no será nada del otro mundo. Para ello necesitamos que nuestros músculos salgan de su zona de confort y al corazón le pasa lo mismo. El HIIT le hará trabajar en rangos de pulsaciones a los que no está acostumbrado en el dia a dia y será un estímulo beneficioso para él.

La desventaja

Es un tipo de entrenamiento no apto para personas en baja forma, aunque no es del todo cierto, incluso personas con baja condición física pueden hacer cambios de ritmo, que en definitiva es de lo que se trata. Como en toda actividad física, la clave es ir aumentando gradualmente la intensidad de los entrenamientos y empezar sin quererse comer el mundo. Si hace mucho tiempo que no hacemos ejercicio, no podemos pretender ponernos en forma en dos días. Una persona en baja forma puede hacer cambios de ritmo caminando, subiendo escaleras, alternando caminar y trotar... hay infinidad de formas en función de las posibilidades de cada uno.

La técnica

Como en cualquier ejercicio, la técnica es muy importante para evitar lesiones y obtener el máximo beneficio del ejercicio.

- Correremos con la cabeza alta, mirando hacia adelante.

- Pecho hacia afuera y hombros hacia atrás, evitando elevarlos, como escondiendo la cabeza entre ellos pues al parecer no ayuda a dar buenas zancadas. El primer entrenador de atletismo que tuve, Joan Ramón Gálvez a esto le llamaba “llevar el freno de mano puesto”. Además evitaremos que se nos agarroten los músculos del cuello y de la parte alta de la espalda.

- Los músculos de la cara deben estar relajados para evitar (como decía Josep Maria Sendrós, el entrenador con el que estuve más tiempo) ir “crispado”, es decir, demasiado rígido y tenso.

- Ser conscientes del braceo, es muy importante para equilibrar el cuerpo y darnos impulso en cada zancada.

- Impulsarnos con la parte delantera del pie (falanges y metatarsos, es decir, los dedos y los huesos que hay justo antes del puente) evitando apoyar el talón. Las zapatillas de atletismo para velocistas (con clavos) los tienen precisamente en la zona delantera.

Al lío

Ya sabemos en qué consiste, sus ventajas (que son muchas :) ) la técnica,... pero ¿cómo sería una sesión de HIIT?

Un ejemplo de sesión de HIIT podria ser este:

Calentamiento: 5’ de trote suave, más movilidad articular, algún ejercicio de técnica de carrera y un par de sprints más suaves que los que haremos después. Total unos 10’ aproximadamente.
Sprints: Entre 6 y  8 sprints de unos 80-120 metros o 15-20’’, volviendo a la salida andando para recuperar entre 1’ y 2’. Según la escala de esfuerzo de Borg, entre 7 y 9 (10 si estamos muy en forma) seria lo adecuado. Para los que trabajan con pulsometro, > 80% de las pulsaciones máximas. Total 12-14’ aprox
Enfriamiento: caminar o trotar unos 5’ suavemente para bajar las pulsaciones y hacer estiramientos. Total unos 10’
Total sesión HIIT 32’. Calories quemadas aproximadamente: 290 kcal. (Aunque sabemos que esto depende mucho de la estatura, peso y experiencia deportiva de la persona)

Las recuperaciones, como he comentado al principio, podrían ser más o menos largas. Por ejemplo, si quisieramos mejorar nuestra velocidad podríamos hacer recuperaciones más largas (unos 5’/7’) para poder hacer cada sprint al máximo de nuestras posibilidades. Por otra parte, si disponemos de poco tiempo y queremos activar al máximo nuestro metabolismo, podemos hacer recuperaciones mucho más cortas, utilizando un patrón como el del método Tábata: 20” de ejercicio (por ejemplo burpess) y 10” de descanso durante 8 vueltas lo que en total serian 4’. No parece mucho pero os aseguro que después de un Tábata de burpess uno acaba bastante agotado. Una buena idea puede ser ir variando el tiempo de esfuerzo así como el tiempo de recuperación para que evitar que nuestro cuerpo se acostumbre a un tipo de esfuerzo.



Como vemos, no está nada mal el rátio tiempo/calorías quemadas y aunque en total no son muchas comparadas con una sesión de cardio extensivo, este tipo de actividad tiene muchas ventajas, como hemos visto antes.

Otros ejemplos de sesiones HIIT:

Sprints en subida:

Buscamos una subida de unos 70-80 metros de longitud y hacemos como en el primer ejemplo. La ventaja de hacerlos en subida es que conseguimos llegar antes a unas pulsaciones altas sin forzar tanto las articulaciones como en llano pues nos movemos a un velocidad mucho menor. Puede ser una forma de empezar a hacer sprints si no estamos muy habituados. Y como he explicado antes, las personas en baja forma las pueden utilizar caminando.

Los sprints también se pueden hacer nadando, en bicicleta, en máquina de remo, saltando a la cuerda, o también haciendo algún ejercicio multiarticular como sentadillas, flexiones, burpees,... la imaginación al poder! La cuestión es hacer subir nuestras pulsaciones cerca del máximo durante unos segundos y descansar entre series.

Como vemos, los sprints pueden ser un complemento excelente al entrenamiento de la fuerza, básico desde mi punto de vista, y también al entrenamiento aeróbico extensivo. 

Un último argumento que se me ocurre, si todo lo expuesto hasta ahora no te convence, es la pura y simple estética. ¿Que preferirías, el cuerpo de un velocista o el de un corredor de largas distancias?  






De acuerdo que la genética de cada uno puede ayudar más o menos a tener un cuerpo u otro, pero los hábitos cuentan ¡y mucho! :) Nos vemos en el próximo artículo!

Fotos extraídas de: 

http://petscancun.com/perros/basset-hounds/
http://i.blogs.es/82a012/650_1000_escala-20de-20borg/450_1000.jpg




sábado, 30 de enero de 2016

Restricción de hidratos de carbono ¿si o no?


De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda la restricción de hidratos de carbono en la dieta por diferentes motivos. Uno de los más habituales es la perdida de peso (mejor dicho, grasa, al fin y al cabo es lo que queremos perder, ¿no? ;) ) Además de la restricción calórica, restringir los glúcidos puede ser una buena forma de perder peso y grasa, pero todo tiene matices.

Empecemos por describir que son los hidratos de carbono o glúcidos. Los hidratos de carbono son uno de los tres macronutrientes (los otros dos son proteínas y grasas o lípidos) En teoría son los que nos aportan energía rápida, aunque esto dependerá de la fuente y de qué los acompañemos. Algunas fuentes pueden ser frutas, verduras, hortalizas, cereales, legumbres, azúcares,...


               
                    Imagen cortesia de stockimages en FreeDigitalPhotos.net

Imagen cortesia de Serge Bertasius Photography en FreeDigitalPhotos.net



¿Todos los hidratos de carbono son iguales?

No y mil veces no. Igual que no todas las calorias son iguales, tampoco los son todas las fuentes de glúcidos. Para intentar clasificarlos podemos utilizar dos sistemas:

IG (Indice Glucémico):Cuantifica la respuesta glucémica postprandial (posterior a la ingestión) en sangre de un alimento  respecto a una referencia estandard que suele ser la glucosa . En teoría los glúcidos simples (por ejemplo glucosa o sacarosa) tienen indíces glucémicos más rápidos que los glúcido complejos (almidón) aunque se ha demostrado que algunos almidones pueden dar una respuesta glucémica tan rápida como los glúcidos simples.

CG (Carga glucémica): Se calcula dividiendo el indice glucémico del alimento en cuestión por 100 y multiplicandolo por la cantidad de hidratos de carbono del alimento en gramos.

¿Cual de ellos es mejor? Pues los dos o ninguno. A falta de un indicador mejor, los dos pueden ayudar, pero tampoco son la panacea. Debemos tener en cuenta que los alimentos no solemos ingerirlos solos, por lo tanto, si ingerimos un hidrato de carbono acompañado de proteína y/o lípido variará enormemente su absorción. Por otra parte estas cifras no son características del alimento en cuestión sino que dependen de la respuesta insulínica de los individuos sobre los que se ha medido, por lo tanto dependiendo de su sensibilidad a la insulina, darán un valor u otro.

Para escoger qué tipo de glúcidos ingerir me basaria en la teoría evolutiva. El ser humano lleva la mayor parte de su existencia consumiendo verduras, frutas y tubérculos, o sea, éstas serían las fuentes a priorizar. Los cereales tan solo hace unos 10.000 años que los consumimos y eso hace que mucha gente no los tolere bien, principalmente los que son ricos en gluten. Y para ello no hace falta ser celíaco. En los últimos años se está demostrando que una buena parte de la población padece sensibilidad al gluten no celíaca, la ingesta de gluten les puede provocar diversos síntomas como: gases, hinchazón, diarrea,... Asimismo, se ha demostrado que el gluten produce inflamación en el organismo y se lo ha relacionado con algunas enfermedades autoinmunes, obesidad y resistencia a la insulina estudio En definitiva, priorizar la comida de verdad (es decir, poco o nada procesada) y evitando el gluten.

El almacenamiento de los glúcidos

Una vez hemos ingerido los hidratos de carbono, se produce una subida de azúcar en sangre que la insulina segregada por el páncreas debe revertir para mantener la homeostásis, es decir, el equilibrio. El excesivo azúcar en sangre se envía a los depósitos de glucógeno hepático y muscular para utilizarlos cuando sea necesario. Estos depósitos son pequeños y bastante limitados, tan solo pueden albergar unas 2.000 kcal. Todo lo que pase de aquí irá a parar a los adipocitos o depósitos de grasa, que pueden reproducirse casi de manera ilimitada. Por lo tanto, deberíamos ajustar muy bien las necesidades que tenemos de glúcidos para evitar un almacén de grasa demasiado grande.

¿Cómo evitar pasarse? Una buena propuesta podría ser utilizar la flexibilidad del organismo para ciclar o alternar la ingesta de hidratos de carbono. Una buena propuesta seria consumirlos después de entrenar para rellenar los depósitos que habrán quedado vacíos y facilitar la recuperación. Así, el resto de comidas del día y los días que no se entrena no incluirían hidratos de carbono. Otra propuesta podría ser ciclarlos a lo largo de la semana, por ejemplo no consumirlos de lunes a sábado y el domingo hacer una recarga. Las recargas son muy aconsejables pues llevar una dieta baja o muy baja en glúcidos durante mucho tiempo podría acarrearnos problemas metabólicos.

Sí limitamos la ingesta de hidratos de carbono, por fuerza deberemos aumentar la de los otros macronutrientes para no quedarnos cortos de calorías, así incrementaríamos ligeramente la ingesta de proteína y algo más la de lípidos. 

Posibles inconvenientes que quizás no lo son

1)      Exceso de grasa = Incremento de peso/grasa corporal

Alguno pensará que si ingiere más lípidos que hidratos de carbono se engordará pues los “expertos” siempre nos han metido el miedo en el cuerpo con las grasas. No es así, al contrario, como hemos visto, es el exceso de hidratos de carbono es el que puede hacer aumentar las reservas de grasa. Siempre y cuando no nos pasemos de calorías, claro!

2)      Pocos glúcidos = Poco azúcar = Cerebro funciona mal

Está muy arraigada la idea de que sin azúcar el cerebro no puede trabajar bien. Es cierto que los glúcidos constituyen uno de sus combustibles,  pero también puede trabajar con cuerpos cetónicos estudio estudio. Además, como hemos visto antes, los azúcares se pueden extraer de numerosas fuentes sanas, no necesariamente de los dulces 

3)      Consumo cereales bajo o nulo = Insuficiente consumo de fibra

Es cierto que necesitamos una cierta cantidad de fibra para que nuestro tránsito intestinal sea correcto, pero no es precisamente la fibra no soluble de los cereales la más adecuada. La fibra soluble que contienen frutas, verduras y tubérculos ayuda al tránsito y además es el alimento de nuestra flora intestinal. Por otra parte, muchos problemas de estreñimiento se deben más al consumo insuficiente de lípidos. Por lo tanto nos ayudará el incremento de lípidos que deberemos hacer al haber reducido los glúcidos.

Conclusión

En general, reducir los hidratos de carbono puede ayudar a la mayoría de la gente, pues vemos que las recomendaciones actuales que nos dicen que la base de la alimentación son los hidratos de carbono no estan haciendo más que empeorar la salud de la población, haciendo aumentar los casos de sobrepeso, obesidad, diabetes, etc... Pero claro, siempre hay excepciones, no hay ninguna forma de alimentarse que pueda universalizarse! Las excepciones serian las personas con tendencia ectomorfa y deseen ganar peso y los que practican deportes de larga o larguísima distancia. Son deportes poco naturales para el ser humano y por lo tanto necesitan dietas poco naturales. De todas formas, estos deportistas podrían acostumbrar su cuerpo a tirar más de las reservas de grasa que de las de glucógeno con una dieta baja en hidratos de carbono.

Una buena distribución de macros podría ser 20-25% de proteínas (carnes, huevos, pescados) 45-50% de lípidos (aceite de oliva y/o coco, frutos secos, la grasa de las fuentes de proteína,...) y 25-30% de hidratos de carbono no refinados (patata, boniato, algún cereal sin gluten como el arroz, y alguna fruta entera, nada de zumos!)



Nos leemos en el próxima artículo!